Sunday, August 9, 2015

Spanglish VII

Entró a la facultad en piloto automático. Su mujer lo había dejado a la vuelta como siempre y él recorrió los 150 metros que lo separaban del ingreso caminando como un robot, con la mente absorta tratando de recordar lo último que había soñado esa mañana.

Recorrió el hall de ingreso. Saludó con un gesto a uno de sus alumnos. Empezó a tomar conciencia de lo que pasaba a su alrededor, despertando, empezando a interactuar con el mundo. Caminó por el pasillo buscando su “oficina”, un escritorio al fondo de la habitación que la cátedra tenía asignada al fondo de la planta baja.

Al llegar al final del pasillo, antes de doblar a la derecha, se detuvo delante del transparente de la cátedra, buscando la fotocopia con las fechas de los próximos exámenes. Mientras repasaba mecánicamente el anuncio de una charla con invitados ilustres que había pasado hace como un mes, la vió. La vió con el rabillo del ojo. Parada a su derecha. Giró lentamente la cabeza. Ella lo miraba.

Todo el tiempo que había pasado, todo el olvido que gradualmente se había ido amontonando sobre los dos, se desvanecía, se disolvía…

Ella sonrió. Se acercó. Le dió un beso en la mejilla. El sintió sus labios tibios por un instante. Ella dijo: Hola… despacito, mientras le tomaba la mano.

Él la miró parada a su lado. El pelo largo, recogido a medias. Cara lavada, brillante. Vió / sintió como su mano se extendía para acariciarla, tocar su mejilla. En ese momento se dio cuenta. Recordó a un tío que decía que las mujeres eran más hermosas cuando estaban embarazadas. 
-¿De cuánto estas? – preguntó él con una voz que apenas reconoció como suya.
De 4 meses… contestó ella, con una sonrisa en la cara, en los ojos.
Estás… muy linda… - dijo él, mientras veía como su mano derecha abandonaba la mejilla y se apoyaba en el hombro de la pequeña / hermosa mujer.
Ya sé… que estoy muy linda… - contestó ella sonriendo, brillando - ¿Vos como estas? ¿Me extrañaste?
Claro… si… te extrañé – contestó él, dándose cuenta que una vez más estaba volviendo a la adolescencia… perdiendo todo rastro de autocontrol. 
Yo también te extrañé… - dijo ella mirándolo a los ojos, buscando esa mirada que tanta falta le había hecho, que tanto necesitaba - Tenía ganas de verte… de hablar con vos… - continuó ella.
¿Cuándo volviste? – preguntó él.
¿A qué hora salís? – preguntó ella.
Termino a las 4 – contestó él mientras finalmente lograba retirar su mano… interrumpiendo el contacto.
¿Querés venir a casa? – dijo ella.
Bueno… - contestó él. Recobró por un instante el control y alcanzó a balbucear - te llamo cuando me desocupe.
Dale – dijo ella mientras empezaba a alejarse por el pasillo sin dejar de mirarlo, sonriendo.


Y ahí, en ese pasillo de la facultad, él se dio cuenta que también estaba sonriendo.

No comments:

Post a Comment